domingo, 8 de junio de 2008

Yo lo quería, siempre fue así, yo habría dado la vida por él, habría dado todo por que las cosas fuesen distintas, nunca había amado tanto a alguien, lo crees ¿verdad? Lo busqué, lo esperé, lo comprendí, ¡Mierda! Es todo tan injusto, yo nunca quise hacerlo, ¡él me obligó Pedro! El llegó aquella noche y me amenazó, me dijo que se iría, que se alejaría para siempre de mi vida, y yo no podía permitir eso, yo no quería perderlo, tú sabes que yo no quería hacerlo, lo juro, ¿lo crees?, ¡di que lo crees Pedro! No sabes como me siento, estoy tan podrida… siento su voz en mi cabeza a cada momento, siento sus pasos, siento sus caricias, siento su mano tomando la mía, y tratando de llevarme junto a él… Él también me quería, tú lo sabes ¿verdad? Él debió decírtelo, lo sé… Él me dijo que siempre había buscado alguien como yo, que yo era lo más bello que le había pasado en mucho tiempo, que me amaba y que quería estar para siempre a mi lado, que no dejaría que nada nos separará, y que no permitiría que nada me hiciese daño, él me amaba Pedro, él lo repetía una y otra vez, tomando mi pelo entre sus manos y besando mis labios, y yo creía morir cuando eso ocurría, creía alejarme de la tierra por esos momentos… él sabía exactamente lo que necesitaba oír a cada instante, hasta los silencios, él sabía cuando venir y cobijarme y cuando dejarme sola, atormentada con mis más íntimos pensamientos, ¡Yo no quería hacerlo Pedro! ¡Tú me crees verdad! ¡Diles Pedro! ¡Diles que yo no quería hacerlo! ¿Cómo iba a querer hacerle daño? ¿Cómo iba a querer lastimarlo? ¿Cómo? ¡Si él era mi vida!, era lo que yo más quería, era todo para mi y ahora que será de mí… ahora que yo también estoy muerta Pedro, ahora que todo se acabó, ¿Qué haré ahora Pedro?...