lunes, 5 de mayo de 2008

No fue sino hasta que fuì capaz de escupìr en su cara todo lo miserable que habìa sido mi vida desde que habìa entrado en ella, que por fin me pude despojar de todo lo que me atormentaba hasta ese momento, y que al contrario de hacerme sentir mal, ahora me hacía celebrar junto a mis demonios su triste partida... danzando y bebiendo licores que jamás imaginé existían..